Ficha de partido
RCD Espanyol
3 - 0
Valencia CF
Equipos titulares
11
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Besolí
38'
Descanso
45'
Prat
53'
Edelmiro
55'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: RCD Espanyol
Records vs RCD Espanyol
Máximo goleador: Mundo Suárez (21 goles)
Goleador rival: Prat (9 goles)
Más partidos: Juan Ramón Santiago (28 partidos)
Mayor victoria: 4 - 0 (19.10.2003)
Mayor derrota: 0 - 7 (10.06.1928)
Más repetido: 2-1 (25 veces)
Crónica
La Liga ha tenido un buen principio en Barcelona. La presentación del Valencia, que ocupa el sitio del desaparecido Europa, se ha visto rodeada de cordialidad y su actuación en el campo no ha decepcionado. Digno equipo de la primera división. Hubo traca antes de empezar el partido (número pintoresco en el programa de festejos celebrados en honor de los valencianos) y fuegos artificiales en el match, a cargo de los pirotécnicos blanquiazules.
El público iba a llamarse a engaño al terminar el castillo, que lució con combinaciones más brillantes durante la primera mitad de la segunda parte, porque fallaban los trons (queremos decir goals), pero de los rescoldos brotaran nuevas llamas, y en menos tiempo de lo que se tarda en contarlo hicieron explosión dos goals formidables, entrados por sorpresa por Prat y Edelmiro. El Valencia, que se había defendido muy bien, mientras el Español se volvía loco jugando estupendamente, quedó algo mareado, como deslumbrado, y estos momentos de vacilación los aprovecharon los delanteros españolistas para volver a la carga y lograr fulminantemente dos tantos, que se habían merecido sobradamente, y que la suerte de los valencianos les había escamoteado. Citemos, para ser más veraces, que el colaborador más eficaz de la buena suerte del Valencia fue Nebot, que cogía los tiros de cualquier manera. Notable portero para un equipo recio como el Valencia.
En la primera parte fue cuando mejor jugaron los valencianos, iniciando sus delanteros varios ataques muy bien desarrollados y mejor terminados, fusilando Capillas y Navarro varias veces con mucha potencia. Capillas, sobre todo, es un artillero de clase. En la segunda parte jugó demasiado bien el Español para que el Valencia, que es más bien un equipo de empuje que científico, pudiera lucirse. Destacaron entonces Melenchón y Molina, éste el cerebro del team.
Aunque no tan abundantes como en la segunda parte, el Español tuvo muchas ocasiones para marcar tantos en la primera, pero sólo acertó en los disparos Besolí, que marcó el primero. Con este resultado entramos en la segunda parte, dominando el Español y haciendo lo imposible la delantera, dirigida por Solé, y sobresaliendo extraordinariamente Juvé (aquí está el suplente de Gorostiza, Sr. Mateos), para batir a Nebot, sin conseguirlo. Cayendo ya la tarde y decayendo el partido, acertó el Español a marcar sus dos nuevos tantos por quienes hemos dicho, no volviendo a marcar, poco después, en un nuevo disparo de Edelmiro, por verdadera casualidad. Se perdió también un tanto el Valencia. En otras ocasiones, Florenza, que debutó espléndidamente en las filas blanquiazules, se cuidó de evitar los posibles tantos.
En resumen, un partido que pudo perfectamente haber ganado el Español por seis tantos a uno, sin que ello hubiera significado un fracaso del Valencia. Melcón debió haber concedido un penalty al Español en la primera parte, y por dicho motivo, aparte otros errores, tuvo que cargar con el mal humor creciente de la concurrencia, muy numerosa, hasta que el Español marcó los dos últimos tantos. Después ya no pareció tan malo su arbitraje. Misterios psicológicos de las multitudes...
Hermosas valencianas con trajes de la huerta animaron los preliminares del match. Sol algo pálido, flores algo mustias; pero hubo un poco de emoción en los corazones. El deporte vuelve a tender lazos de fraternidad. Influido por la emoción del momento, un espectador gritó: ¡Viva España!
El público iba a llamarse a engaño al terminar el castillo, que lució con combinaciones más brillantes durante la primera mitad de la segunda parte, porque fallaban los trons (queremos decir goals), pero de los rescoldos brotaran nuevas llamas, y en menos tiempo de lo que se tarda en contarlo hicieron explosión dos goals formidables, entrados por sorpresa por Prat y Edelmiro. El Valencia, que se había defendido muy bien, mientras el Español se volvía loco jugando estupendamente, quedó algo mareado, como deslumbrado, y estos momentos de vacilación los aprovecharon los delanteros españolistas para volver a la carga y lograr fulminantemente dos tantos, que se habían merecido sobradamente, y que la suerte de los valencianos les había escamoteado. Citemos, para ser más veraces, que el colaborador más eficaz de la buena suerte del Valencia fue Nebot, que cogía los tiros de cualquier manera. Notable portero para un equipo recio como el Valencia.
En la primera parte fue cuando mejor jugaron los valencianos, iniciando sus delanteros varios ataques muy bien desarrollados y mejor terminados, fusilando Capillas y Navarro varias veces con mucha potencia. Capillas, sobre todo, es un artillero de clase. En la segunda parte jugó demasiado bien el Español para que el Valencia, que es más bien un equipo de empuje que científico, pudiera lucirse. Destacaron entonces Melenchón y Molina, éste el cerebro del team.
Aunque no tan abundantes como en la segunda parte, el Español tuvo muchas ocasiones para marcar tantos en la primera, pero sólo acertó en los disparos Besolí, que marcó el primero. Con este resultado entramos en la segunda parte, dominando el Español y haciendo lo imposible la delantera, dirigida por Solé, y sobresaliendo extraordinariamente Juvé (aquí está el suplente de Gorostiza, Sr. Mateos), para batir a Nebot, sin conseguirlo. Cayendo ya la tarde y decayendo el partido, acertó el Español a marcar sus dos nuevos tantos por quienes hemos dicho, no volviendo a marcar, poco después, en un nuevo disparo de Edelmiro, por verdadera casualidad. Se perdió también un tanto el Valencia. En otras ocasiones, Florenza, que debutó espléndidamente en las filas blanquiazules, se cuidó de evitar los posibles tantos.
En resumen, un partido que pudo perfectamente haber ganado el Español por seis tantos a uno, sin que ello hubiera significado un fracaso del Valencia. Melcón debió haber concedido un penalty al Español en la primera parte, y por dicho motivo, aparte otros errores, tuvo que cargar con el mal humor creciente de la concurrencia, muy numerosa, hasta que el Español marcó los dos últimos tantos. Después ya no pareció tan malo su arbitraje. Misterios psicológicos de las multitudes...
Hermosas valencianas con trajes de la huerta animaron los preliminares del match. Sol algo pálido, flores algo mustias; pero hubo un poco de emoción en los corazones. El deporte vuelve a tender lazos de fraternidad. Influido por la emoción del momento, un espectador gritó: ¡Viva España!