Ficha de partido
UD Las Palmas
0 - 2
Valencia CF
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Leandro Machado
37'
Leandro Machado
41'
Paco Camarasa
44'
Patxi FerreiraEnrique Romero
44'
Descanso
45'
Javier FarinósGabriel Moya
45'
ValerónRojas
45'
OrlandoToni
57'
Iñaki HurtadoClaudio López
61'
Leandro MachadoAsist: Javier Farinós
66'
SandroSamways
75'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: UD Las Palmas
Records vs UD Las Palmas
Máximo goleador: Manuel Badenes (7 goles)
Goleador rival: Germán (8 goles)
Más partidos: Pep Claramunt (20 partidos)
Mayor victoria: 5 - 1 (01.10.2000)
Mayor derrota: 0 - 3 (28.02.1982)
Más repetido: 1-2 (8 veces)
Crónica
Dos goles de Leandro sirven para que el Valencia se encuentre a un paso de situarse en los cuartos de final de la Copa del Rey, paso que tendrá que dar el próximo Miércoles en Mestalla y, a priori, no hay nada que se lo pueda impedir, máxime tras observar las diferencias existentes no sólo en la teoría, sino también en la práctica, entre los dos equipos. El cuadro preparado por Jorge Valdano mostró una clara superioridad al rival, a pesar de que en el segundo tiempo se encontró en inferioridad numérica tras la expulsión de Camarasa. Incluso así, no se llegó a notar este hecho, puesto que si algún equipo existió, éste fue el Valencia.
Un primer tiempo sabiendo controlar el partido y con posesión del esférico sirvió para que el Valencia apaciguara los ánimos del adversario. En el inicio del segundo tiempo, la presencia de Valerón proporcionó inteligencia y fluidez al juego canario pero al no saberlo materializar, permitió que fuese el Valencia quien volviese a tomar la iniciativa en el juego, y cuando en el minuto 66 Leandro marcó el segundo gol, el partido se acabó. Leandro lleva camino con sus actuaciones, no sólo de ir convenciendo al gran público, sino también, y lo que es más importante, de convertirse en el añorado hombre que precisa el Valencia de cara al gol.
Con una entrega total, con espíritu de sacrificio y luchando hasta el último instante, los jugadores del Valencia se hicieron merecedores a esta victoria a pesar de que ofrecieron la sensación de que sólo apretaron el acelerador en los momentos que estimaron oportunos, sin arriesgar en exceso y teniendo en todo momento el partido controlado.
Un balón perdido en la zona ancha por el equipo valencianista fue aprovechado por Socorro para irse en profundidad hacia la meta de Zubizarreta y, antes de entrar en el área, fue zancadilleado por detrás por Paco Camarasa. García Aranda no dudó en mostrarle la tarjeta roja. Este hecho coincidió con la lesión de Romero, lo que trajo consigo que se viviesen unos intensos 30 segundos finales del primer tiempo, que sirvieron para caldear el ambiente. Esta circunstancia calentó un partido que hasta entonces había marchado bajo el signo de un guante blanco. Dominio absoluto del Valencia pero con un excesivo juego horizontal. La obsesión por coger el balón trae consigo estas cosas y, como de lo que se trataba era de poseerlo y no de distraer al público, se fue consiguiendo el objetivo deseado, que no era otro que abrir brecha en el marcador y esto correspondió a Leandro.
La diferencia entre un equipo y otro, en apariencia, no pareció excesiva, pero a poco que se lo propuso el Valencia, la dejó más que demostrada sobre el terreno de juego, pues la calidad es una cualidad que acompaña a la mayoría de sus hombres.
Un primer tiempo sabiendo controlar el partido y con posesión del esférico sirvió para que el Valencia apaciguara los ánimos del adversario. En el inicio del segundo tiempo, la presencia de Valerón proporcionó inteligencia y fluidez al juego canario pero al no saberlo materializar, permitió que fuese el Valencia quien volviese a tomar la iniciativa en el juego, y cuando en el minuto 66 Leandro marcó el segundo gol, el partido se acabó. Leandro lleva camino con sus actuaciones, no sólo de ir convenciendo al gran público, sino también, y lo que es más importante, de convertirse en el añorado hombre que precisa el Valencia de cara al gol.
Con una entrega total, con espíritu de sacrificio y luchando hasta el último instante, los jugadores del Valencia se hicieron merecedores a esta victoria a pesar de que ofrecieron la sensación de que sólo apretaron el acelerador en los momentos que estimaron oportunos, sin arriesgar en exceso y teniendo en todo momento el partido controlado.
Un balón perdido en la zona ancha por el equipo valencianista fue aprovechado por Socorro para irse en profundidad hacia la meta de Zubizarreta y, antes de entrar en el área, fue zancadilleado por detrás por Paco Camarasa. García Aranda no dudó en mostrarle la tarjeta roja. Este hecho coincidió con la lesión de Romero, lo que trajo consigo que se viviesen unos intensos 30 segundos finales del primer tiempo, que sirvieron para caldear el ambiente. Esta circunstancia calentó un partido que hasta entonces había marchado bajo el signo de un guante blanco. Dominio absoluto del Valencia pero con un excesivo juego horizontal. La obsesión por coger el balón trae consigo estas cosas y, como de lo que se trataba era de poseerlo y no de distraer al público, se fue consiguiendo el objetivo deseado, que no era otro que abrir brecha en el marcador y esto correspondió a Leandro.
La diferencia entre un equipo y otro, en apariencia, no pareció excesiva, pero a poco que se lo propuso el Valencia, la dejó más que demostrada sobre el terreno de juego, pues la calidad es una cualidad que acompaña a la mayoría de sus hombres.