Ficha de partido
Dep. Coruña
2 - 1
Valencia CF
Equipos titulares
11
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Roberto Ayala
15'
Valerón
15'
Descanso
45'
Rubén Baraja
45'
Duscher
47'
David Albelda
49'
Víctor
60'
David NavarroCurro Torres
62'
Xisco MuñozFrancisco Rufete
66'
ScaloniVíctor
69'
Miguel Ángel MistaAsist: David Albelda
73'
LuqueFran
75'
Ricardo OliveiraMiguel Ángel Mista
78'
David Navarro
79'
TristánDuscher
79'
Tristán
80'
Scaloni
84'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Dep. Coruña
Records vs Dep. Coruña
Máximo goleador: David Villa (10 goles)
Goleador rival: Bebeto (5 goles)
Más partidos: Vicente Asensi (20 partidos)
Mayor victoria: 7 - 1 (23.01.1949)
Mayor derrota: 1 - 5 (19.02.1950)
Más repetido: 2-1 (14 veces)
Crónica
El Deportivo de La Coruña ha logrado la victoria y el liderato en un partidazo ante el Valencia en Riazor. Ambos equipos demostraron toda su capacidad y brindaron noventa minutos difíciles de olvidar. Valerón adelantaba a los locales tras obstruir a Cañizares en un córner. Mista empataba el partido para el Valencia mediada la segunda parte, pero cuando el partido cogía color visitante, Tristán, ejecutando un libredirecto, daba los tres puntos al equipo de Irureta, en un partido que ninguno mereció perder.
Acostumbrados como nos tienen Irureta y Benítez a modificar sus alineaciones, el partido que les enfrentaba no podía ser menos. El Deportivo de La Coruña, con las bajas de Naybet y Mauro Silva, formaba de inicio con César y Duscher para suplirles. Además, Fran aparecía en la banda izquiera en detrimento de Luque. Pandiani era esta vez el nueve. Por su parte el Valencia variaba respecto al partido ante el Espanyol. Albelda volvía a la medular junto a Baraja, mientras Marchena desbancaba al joven David Navarro del centro de la defensa. Mista era el delantero centro. Partidazo. No podía ser menos, se enfrentaban los dos equipos cabeceros de la mejor liga del mundo, y pese a que ninguno de ellos realiza habitualmente un juego espectacular ni vistoso, ambos tienen entidad como para brindarnos noventa minutos inigualables; y así fue.
Los dos equipos ejercieron sus roles. El Deportivo, local, salía volcado hacia la portería del visitante, que defendía de manera sobresaliente el aluvión que se le venía encima, pero los merecimientos eran siempre del conjunto gallego. Gol con justicia pero con polémica. Se rompía el partido. Saque de esquina botado por Fran, el balón va cerrado al primer palo de Cañizares, que despeja el balón obstaculizado por Valerón, con contacto incluido. La pelota sale rechazada y vuelve a caer a los pies del canario, que bate ante la pasividad de la defensa “ché”, confíada en que la jugada sería anulada.
Tras el gol, el partido no cambió de tónica, pero el Valencia salía con mucho peligro en rápidos contraataques, de la mano de un genial Baraja y un acertado Aimar, pero ninguno de ellos era capaz de convertir las ocasiones que tenían; la más clara de ellas, tras un taconazo del “21” argentino, el balón llegaba a Vicente, que se encontraba con la intervención de Molina. Como si no hubiera descanso. Ambos equipos salieron en la segunda mitad de la misma manera que acabaron la primera, brindando un espectáculo enorme. Cualquier entrenador adversario que haya visto el partido habrá salido algo más que preocupado.
Dos equipos calcados. El mismo sistema de juego, jugadores específicos para las mismas posiciones en el campo y dos entrenadores que miden hasta el más mínimo detalle a la hora de realizar las alineaciones y los cambios. Ambos equipos jugaron a gran nivel, pero el Deportivo fue superior a su rival, mientras le duró la gasolina. Fran merece capítulo aparte. Con la experiencia que le otorgan sus años, con la ilusión de un juvenil, y lo que es más importante, con un fondo físico que sorprende a propios y extraños. El capitán gallego realizó un soberano partidazo, hasta que fue sustituido a falta de cuarto de hora. Excepcional.
Pero el deportivo se quedó sin gasolina. El Valencia comenzó a tener más la pelota, y el empate se barruntaba en las gradas. Y llegó de la mano de Mista, que remachaba un pase desde la izquierda de Albelda. El Valencia había capeado el temporal deportivista, y ahora se encontraba un partido empatado con el rival agotado por el cansancio. Premio a la valentía. El momento era complicado, el Valencia podía llevarse el partido, e Irureta optó por la tremenda. Tristán entraba en sustitución de Duscher. Un cambio en apariencia poco lógico, quitando a un pulmón del centro del campo para meter a un delantero que es puro arte. Pero le salió bien.
Pudo más la calidad que el estado físico, y el delantero sevillano ejecutaba de forma magistral un libredirecto en la frontal del área, que acababa en las redes de cañizares con la colaboración de la barrera, que dejó el hueco justo para que la pelota la atravesara. Nada más, el Valencia se vino abajo y el Deportivo se olvidó de su cansancio, espoleado por la victoria, que le proporciona el liderato en la clasificación, sin duda merecido.
Acostumbrados como nos tienen Irureta y Benítez a modificar sus alineaciones, el partido que les enfrentaba no podía ser menos. El Deportivo de La Coruña, con las bajas de Naybet y Mauro Silva, formaba de inicio con César y Duscher para suplirles. Además, Fran aparecía en la banda izquiera en detrimento de Luque. Pandiani era esta vez el nueve. Por su parte el Valencia variaba respecto al partido ante el Espanyol. Albelda volvía a la medular junto a Baraja, mientras Marchena desbancaba al joven David Navarro del centro de la defensa. Mista era el delantero centro. Partidazo. No podía ser menos, se enfrentaban los dos equipos cabeceros de la mejor liga del mundo, y pese a que ninguno de ellos realiza habitualmente un juego espectacular ni vistoso, ambos tienen entidad como para brindarnos noventa minutos inigualables; y así fue.
Los dos equipos ejercieron sus roles. El Deportivo, local, salía volcado hacia la portería del visitante, que defendía de manera sobresaliente el aluvión que se le venía encima, pero los merecimientos eran siempre del conjunto gallego. Gol con justicia pero con polémica. Se rompía el partido. Saque de esquina botado por Fran, el balón va cerrado al primer palo de Cañizares, que despeja el balón obstaculizado por Valerón, con contacto incluido. La pelota sale rechazada y vuelve a caer a los pies del canario, que bate ante la pasividad de la defensa “ché”, confíada en que la jugada sería anulada.
Tras el gol, el partido no cambió de tónica, pero el Valencia salía con mucho peligro en rápidos contraataques, de la mano de un genial Baraja y un acertado Aimar, pero ninguno de ellos era capaz de convertir las ocasiones que tenían; la más clara de ellas, tras un taconazo del “21” argentino, el balón llegaba a Vicente, que se encontraba con la intervención de Molina. Como si no hubiera descanso. Ambos equipos salieron en la segunda mitad de la misma manera que acabaron la primera, brindando un espectáculo enorme. Cualquier entrenador adversario que haya visto el partido habrá salido algo más que preocupado.
Dos equipos calcados. El mismo sistema de juego, jugadores específicos para las mismas posiciones en el campo y dos entrenadores que miden hasta el más mínimo detalle a la hora de realizar las alineaciones y los cambios. Ambos equipos jugaron a gran nivel, pero el Deportivo fue superior a su rival, mientras le duró la gasolina. Fran merece capítulo aparte. Con la experiencia que le otorgan sus años, con la ilusión de un juvenil, y lo que es más importante, con un fondo físico que sorprende a propios y extraños. El capitán gallego realizó un soberano partidazo, hasta que fue sustituido a falta de cuarto de hora. Excepcional.
Pero el deportivo se quedó sin gasolina. El Valencia comenzó a tener más la pelota, y el empate se barruntaba en las gradas. Y llegó de la mano de Mista, que remachaba un pase desde la izquierda de Albelda. El Valencia había capeado el temporal deportivista, y ahora se encontraba un partido empatado con el rival agotado por el cansancio. Premio a la valentía. El momento era complicado, el Valencia podía llevarse el partido, e Irureta optó por la tremenda. Tristán entraba en sustitución de Duscher. Un cambio en apariencia poco lógico, quitando a un pulmón del centro del campo para meter a un delantero que es puro arte. Pero le salió bien.
Pudo más la calidad que el estado físico, y el delantero sevillano ejecutaba de forma magistral un libredirecto en la frontal del área, que acababa en las redes de cañizares con la colaboración de la barrera, que dejó el hueco justo para que la pelota la atravesara. Nada más, el Valencia se vino abajo y el Deportivo se olvidó de su cansancio, espoleado por la victoria, que le proporciona el liderato en la clasificación, sin duda merecido.