Inicio del partido

0'

Vicente Rodríguez

16'

Carlos MarchenaVicente Rodríguez

45'

Descanso

45'

FinnanCarragher

45'

Gonzalo De los SantosSalva Ballesta

45'

John CarewDavid Albelda

45'

Raúl AlbiolPablo Aimar

45'

TraoreHyypia

45'

Xisco MuñozRoberto Ayala

45'

Borja CriadoFabián Canobbio

63'

DioufGerrard

63'

VignalRiise

63'

Xisco Muñoz

65'

Libero ParriRubén Baraja

69'

BarosOwen

71'

Le TallecKewell

71'

Final del partido

90'

Un Valencia digno, serio y valiente recuperó ayer en Liverpool las hechuras que, no hace tanto tiempo, lo encumbraron como un equipo rocoso y ganador. Al conjunto blanquinegro no se le ha olvidado jugar a fútbol y ayer evidenció que le sobran los motivos para volver a ilusionar a Mestalla. El 0-2, labrado con autoridad, valió la ovación de la sabia parroquia de Anfield. El equipo de Rafa Benítez supo contener con solvencia el atracón inicial de adrenalina con el que saltó el Liverpool al terreno de juego. Hipermotivado en el estreno ante su público -que llenó Anfield y recibió a los dos contendientes con el You´ll never walk alone-, los reds intentaron castigar la banda derecha valencianista con las internadas del incisivo Kewell, que encontraron la sólida respuesta de Garrido y Ayala. El Valencia, siempre bien plantado, cedió la iniciativa al Liverpool, que cuenta con un mayor rodaje físico y que está a punto de empezar a jugar competición oficial. Sin embargo, Palop sólo vio amenazada su portería en acciones a balón parado que buscaban a Heskey o en contadas escapadas por velocidad de Owen.

El Valencia, con Vicente desplazado a la banda derecha por las molestias de Rufete, tiró de estrategia para dejar las cosas claras. Minuto 14. Vicente, al que no pudieron parar ni a codazos, sacó un corner en corto, Aimar le devolvió la pelota orientándola al vértice del área, y el de Benicalap, con un eléctrico pase de baile, le giró la cadera a un inglés y, con un preciso zurdazo, mandaba callar a la grada Kop. Un auténtico golazo. A partir de ese instante, Baraja decidió convertir en tridente la sociedad Vicente-Aimar y el Valencia, con múltiples pases cortos al primer toque, durmió la posesión y obligó al Liverpool a correr detrás de la pelota. En un magnífico escenario, y con el entrañable general Claudio Ranieri tifando desde el palco, el conjunto blanquinegro se gustó. Se olía la sentencia definitiva. En dos metros cuadrados, volvió a relucir la inspiración de Aimar, Vicente y Baraja. Tras una fulminante triangulación, el vallisoletano enviaba la pelota al palo derecho del meta Dudek. El juego se desplazó tanto a la banda derecha que no hubo ocasión de ver a Canobbio. El extremo uruguayo, tras no desentonar en los bolos suizos, no se le vio por Anfield.

Tras el descanso, Benítez decidió mover el banquillo y renovar la columna vertebral. Mientras se acoplaban los cambios, tocó padecer un nuevo asedio de un Liverpool sin secretos. Mucho orgullo y balonazos al estilo bombeja Agustinet, pero poco más. Agasajado con excesivas faltas desde la frontal, tuvo alternativas para empatar, pero allí estaba Andrés Palop para reeditar, con reflejos felinos, la gran actuación que tuvo el año pasado en Highbury ante el Arsenal. El Valencia, menos preciosista, leyó lo que necesitaba el encuentro y tiró de oficio. La fórmula de las rotaciones volvió a ser, como antaño, exitosa. Cualquier atisbo de temor se disipó con el segundo tanto. John Carew se escoró por velocidad, como a él le gusta, por la banda y, aprovechando un resbalón de Hyypia, soltó un disparo seco cuyo rechace aprovechó Xisco, antes de lesionarse, para encarrilar el encuentro. Tras lo visto ayer, Benítez va a tener serias dificultades para elegir los descartes. El carrusel de cambios de la segunda mitad no varió la intensidad ni la concentración del equipo. Teóricos titulares y jóvenes aspirantes cumplieron con nota. Ante la desesperación inglesa, el Valencia dejó que pasaran los minutos y cerró la primera fase de la pretemporada ganando todos los partidos y con la portería imbatida.