Ficha de partido
Sturm Graz
0 - 5
Valencia CF
Equipos titulares
11
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Roberto AyalaAsist: Gaizka Mendieta
4'
Mauricio Pellegrino
6'
Prislanig
33'
Descanso
45'
John CarewAsist: Gaizka Mendieta
50'
Kily GonzálezAsist: Gaizka Mendieta
59'
FeldhoferFleurquin
61'
SzabicsKocijan
61'
MartensMinavand
74'
Vicente RodríguezKily González
76'
Diego AlonsoJohn Carew
78'
Gaizka Mendieta
78'
David AlbeldaGaizka Mendieta
82'
Diego AlonsoAsist: Vicente Rodríguez
87'
Diego AlonsoAsist: Vicente Rodríguez
92'
Final del partido
93'
Estadio
Rival: Sturm Graz
Records vs Sturm Graz
Máximo goleador: John Carew (2 goles)
Goleador rival: Ninguno
Más partidos: Mauricio Pellegrino (2 partidos)
Mayor victoria: 5 - 0 (07.03.2001)
Mayor derrota: Ninguna
Más repetido: 2-0 (1 veces)
Crónica
El Valencia llegó a Graz en busca del pasaporte para los cuartos de final y con su juego ofensivo logró la clasificación matemática ante un rival, el Sturm, que muy lejos de ser tan feroz como sus números en el Arnold Schwarzenegger apuntaban fue humillado por el equipo español por 0-5, lo que ayudó además a los valencianistas a convertirse en líderes del Grupo A. Además del triunfo del Valencia, el empate del Manchester en Grecia posibilita el liderato del equipo español por el gol conseguido por los valencianista en Old Trafford (1-1), ya que en Mestalla ingleses y españoles igualaron pero sin goles.
Al igual que en el partido jugado en Mestalla por ambos equipos en la primera jornada, un saque de córner y el remate de cabeza de un valencianista, en este caso de Rubén Ayala, fue sinónimo de gol, lo que posibilitó al conjunto español abrir el marcador a los cinco minutos de partido. El control del partido cayó del lado del Valencia en el inicio del choque, aunque la necesidad de marcar de los austríacos para no quedar matemáticamente eliminados llevó al Sturm a hacerse paulatinamente con los mandos del partido. Este empuje local no tuvo un claro reflejo en la portería del Valencia, si bien un remate de Mario Haas se encontró con la soberbia intervención de Santiago Cañizares que rechazó a córner el peligroso lanzamiento del futbolista austríaco.
La situación mejoró para el equipo del argentino Héctor Cúper con la expulsión de Gilbert Prilasnig por derribar a John Carew cuando el noruego encaraba la portería de Kazimierz Sidorczuk. La falta sembró duda en principio al producirse casi sobre la línea de la frontal del área. Pese a esta superioridad, el Sturm Graz todavía tuvo una opción de empatar en el primer tiempo, pero Cañizares volvía a ganarle la partida a Haas, al detener un envenenado lanzamiento de Haas que rebotó en el suelo a poco metros del portero internacional español.
Un minuto después el árbitro anulaba un gol a Kily González por un fuera de juego que no existió y que hubiese roto definitivamente el partido. Instantes más tarde Carew y Mendieta se sumaban al festival, pero sus respectivos lanzamientos se encontraron con el palo en el caso del noruego y con el portero rival en el del español. Tanto fue el Valencia a buscar la portería austríaca que al cuarto de hora de este periodo se hizo doble justicia, ya que además de lograr el tercer, su autor fue Kily González, que poco antes había visto anulado injustamente un gran gol.
El partido se convirtió desde este momento en un monólogo valencianista. Las llegadas a la portería austriaca se sucedían mientras Cañizares pasaba mucho frío en su portería ante la inactividad a la que le sometió el Sturm, que empezó a contemplar desde posiciones de privilegio el dominio casi insultante de un Valencia que tuvo en la claridad de ideas desde el inicio del partido a su mayor virtud. En los veinte últimos minutos el equipo español se dedicó a desaprovechar ocasiones de gol hasta que Diego Alonso cerraba el marcador con el cuarto tanto y el quinto. Sólo en los últimos instante del choque el Sturm Graz se acercó a la portería contraria aunque con escasa peligrosidad.
Al igual que en el partido jugado en Mestalla por ambos equipos en la primera jornada, un saque de córner y el remate de cabeza de un valencianista, en este caso de Rubén Ayala, fue sinónimo de gol, lo que posibilitó al conjunto español abrir el marcador a los cinco minutos de partido. El control del partido cayó del lado del Valencia en el inicio del choque, aunque la necesidad de marcar de los austríacos para no quedar matemáticamente eliminados llevó al Sturm a hacerse paulatinamente con los mandos del partido. Este empuje local no tuvo un claro reflejo en la portería del Valencia, si bien un remate de Mario Haas se encontró con la soberbia intervención de Santiago Cañizares que rechazó a córner el peligroso lanzamiento del futbolista austríaco.
La situación mejoró para el equipo del argentino Héctor Cúper con la expulsión de Gilbert Prilasnig por derribar a John Carew cuando el noruego encaraba la portería de Kazimierz Sidorczuk. La falta sembró duda en principio al producirse casi sobre la línea de la frontal del área. Pese a esta superioridad, el Sturm Graz todavía tuvo una opción de empatar en el primer tiempo, pero Cañizares volvía a ganarle la partida a Haas, al detener un envenenado lanzamiento de Haas que rebotó en el suelo a poco metros del portero internacional español.
Un minuto después el árbitro anulaba un gol a Kily González por un fuera de juego que no existió y que hubiese roto definitivamente el partido. Instantes más tarde Carew y Mendieta se sumaban al festival, pero sus respectivos lanzamientos se encontraron con el palo en el caso del noruego y con el portero rival en el del español. Tanto fue el Valencia a buscar la portería austríaca que al cuarto de hora de este periodo se hizo doble justicia, ya que además de lograr el tercer, su autor fue Kily González, que poco antes había visto anulado injustamente un gran gol.
El partido se convirtió desde este momento en un monólogo valencianista. Las llegadas a la portería austriaca se sucedían mientras Cañizares pasaba mucho frío en su portería ante la inactividad a la que le sometió el Sturm, que empezó a contemplar desde posiciones de privilegio el dominio casi insultante de un Valencia que tuvo en la claridad de ideas desde el inicio del partido a su mayor virtud. En los veinte últimos minutos el equipo español se dedicó a desaprovechar ocasiones de gol hasta que Diego Alonso cerraba el marcador con el cuarto tanto y el quinto. Sólo en los últimos instante del choque el Sturm Graz se acercó a la portería contraria aunque con escasa peligrosidad.