Ficha de partido
Valencia CF
1 - 0
Real Betis
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
ContrerasDoblas
34'
Descanso
45'
Oliveira
48'
Pablo Aimar
52'
Patrick KluivertMiguel Ángel Mista
63'
Nano
64'
DaniArzu
67'
David Albelda
72'
Joaquín
73'
Santi Cañizares
79'
XiscoAssunçao
80'
Carlos MarchenaFrancisco Rufete
82'
David VillaPablo Aimar
87'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Real Betis
Records vs Real Betis
Máximo goleador: Arturo Montes (10 goles)
Goleador rival: Unamuno (6 goles)
Más partidos: Ricardo Arias (22 partidos)
Mayor victoria: 6 - 0 (05.04.1931)
Mayor derrota: 0 - 4 (05.05.1985)
Más repetido: 2-1 (17 veces)
Crónica
Pablo Aimar hizo la luz. El argentino no sólo marcó el golazo que dio al Valencia su primer triunfo liguero. Además, fue el referente del juego en el recuperado equipo de Quique, ahuyentando los fantasmas y llevándolo a derrotar a un Betis que sólo al final puso en apuros a Cañizares. La afición de Mestalla, que ya ha olvidado el fracaso ante el Hamburgo, despidió al argentino con una ovación.
El Valencia cumplió el guión. Abrió la Liga en Mestalla con un triunfo que resultó tan trabajado como necesario. Una victoria que debe servir, como pretendía Quique, para devolver la autoconfianza que el equipo había perdido. Ganó al Betis y a sus miedos. La afición ya había olvidado la decepción europea y se volcó con los suyos. Pero es que los suyos hicieron un tremendo esfuerzo para contar con su respaldo. Es la pescadilla que se muerde la cola. Los blanquinegros fueron mejores o, cuanto menos, pusieron mayor empeño en buscar el triunfo. Ahora llega un primer descanso liguero que debe servir para reflexionar. Quique repitió su dibujo y prácticamente utilizó idénticos mimbres. El mismo 4-4-1-1 del pasado martes, con sólo un cambio. El de Mista en el puesto de Kluivert. Presión, intención, ataque, ganas... El Valencia salió decidido. Más de lo mismo, aunque esta vez todo su empuje estuvo aliñado por una mayor predisposición para el remate, que es de lo que el equipo careció hace unos días. Hubo más disparos, más centros... En suma, más posibilidades de romper la sequía goleadora.
Enfrente los verdiblancos, con la lección de memoria, empezaron plantando cara, aunque evidenciaron más cansancio que el rival. La factura del partido de Mónaco les hizo más daño. Aun así, aguantaron y trataron de asediar el portal valencianista. Casi siempre lo intentaron en jugadas por el centro o la derecha, porque, a pesar de que Rivera se ubicó escorado en la izquierda, en esa zona no tuvo continuidad. A lo largo de la primera parte, los avisos de los blanquinegros se sucedieron una y otra vez. Incluso un remate de Mista se estrelló en el travesaño, mientras que a Cañizares sólo le puso a prueba un disparo de falta de Assunçao.
El Valencia llevó la iniciativa y utilizó repetidamente las bandas para generar el peligro. Las triangulaciones y diagonales daban la sensación de que acabarían resultando efectivas. La movilidad de Aimar y Mista, por delante, puso al rival en una situación muy incómoda. Además, Albelda estuvo inspirado en el corte y realizó dos o tres salidas desde el área. Pero hubo que esperar al segundo tiempo para que llegara el gol. Antes de los diez minutos, después de que Vicente caracoleara, driblara, pusiera en evidencia a Óscar López y terminara arrancando olés del tendido, Aimar se convirtió en matador. El Cai controló el balón con comodidad dentro del área y con suavidad lo puso lejos del alcance de Contreras.
Desde ese momento el Valencia evidenció una mayor superioridad, aunque se equivocó al ceder terreno para salir a la contra, porque así se metió en demasiados charcos. Las réplicas blanquinegras podían haber dado resultado, pero no encontraron respuesta para sentenciar. El partido se enturbió con escaramuzas y malos modos, y el Betis dio repetidos coletazos a la desesperada, buscando el empate. El Valencia levantaba a su afición cuando reeditaba una contra, pero el gol se le resistía. En el área opuesta, Cañizares volvió a ser decisivo después de la media hora, al sacar una mano providencial cuando todos cantaban el gol, y en los compases finales otro puño desvió un balón que acabó en el travesaño... Demasiados problemas. El Valencia acabó apretando el trasero.
El Valencia cumplió el guión. Abrió la Liga en Mestalla con un triunfo que resultó tan trabajado como necesario. Una victoria que debe servir, como pretendía Quique, para devolver la autoconfianza que el equipo había perdido. Ganó al Betis y a sus miedos. La afición ya había olvidado la decepción europea y se volcó con los suyos. Pero es que los suyos hicieron un tremendo esfuerzo para contar con su respaldo. Es la pescadilla que se muerde la cola. Los blanquinegros fueron mejores o, cuanto menos, pusieron mayor empeño en buscar el triunfo. Ahora llega un primer descanso liguero que debe servir para reflexionar. Quique repitió su dibujo y prácticamente utilizó idénticos mimbres. El mismo 4-4-1-1 del pasado martes, con sólo un cambio. El de Mista en el puesto de Kluivert. Presión, intención, ataque, ganas... El Valencia salió decidido. Más de lo mismo, aunque esta vez todo su empuje estuvo aliñado por una mayor predisposición para el remate, que es de lo que el equipo careció hace unos días. Hubo más disparos, más centros... En suma, más posibilidades de romper la sequía goleadora.
Enfrente los verdiblancos, con la lección de memoria, empezaron plantando cara, aunque evidenciaron más cansancio que el rival. La factura del partido de Mónaco les hizo más daño. Aun así, aguantaron y trataron de asediar el portal valencianista. Casi siempre lo intentaron en jugadas por el centro o la derecha, porque, a pesar de que Rivera se ubicó escorado en la izquierda, en esa zona no tuvo continuidad. A lo largo de la primera parte, los avisos de los blanquinegros se sucedieron una y otra vez. Incluso un remate de Mista se estrelló en el travesaño, mientras que a Cañizares sólo le puso a prueba un disparo de falta de Assunçao.
El Valencia llevó la iniciativa y utilizó repetidamente las bandas para generar el peligro. Las triangulaciones y diagonales daban la sensación de que acabarían resultando efectivas. La movilidad de Aimar y Mista, por delante, puso al rival en una situación muy incómoda. Además, Albelda estuvo inspirado en el corte y realizó dos o tres salidas desde el área. Pero hubo que esperar al segundo tiempo para que llegara el gol. Antes de los diez minutos, después de que Vicente caracoleara, driblara, pusiera en evidencia a Óscar López y terminara arrancando olés del tendido, Aimar se convirtió en matador. El Cai controló el balón con comodidad dentro del área y con suavidad lo puso lejos del alcance de Contreras.
Desde ese momento el Valencia evidenció una mayor superioridad, aunque se equivocó al ceder terreno para salir a la contra, porque así se metió en demasiados charcos. Las réplicas blanquinegras podían haber dado resultado, pero no encontraron respuesta para sentenciar. El partido se enturbió con escaramuzas y malos modos, y el Betis dio repetidos coletazos a la desesperada, buscando el empate. El Valencia levantaba a su afición cuando reeditaba una contra, pero el gol se le resistía. En el área opuesta, Cañizares volvió a ser decisivo después de la media hora, al sacar una mano providencial cuando todos cantaban el gol, y en los compases finales otro puño desvió un balón que acabó en el travesaño... Demasiados problemas. El Valencia acabó apretando el trasero.