Ficha de partido
Dep. Alavés
0 - 1
Valencia CF
Equipos titulares
10
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Raúl AlbiolAsist: Emiliano Moretti
7'
Mehdi Lacen
20'
Rubén Baraja
38'
Santi Carpintero
42'
Descanso
45'
John AloisiRodolfo Bodipo
60'
Miguel Ángel MistaPablo Aimar
64'
Miguel Ángel Mista
70'
Astudillo
73'
WesleyAstudillo
75'
Sarriegi
80'
Francisco RufeteDavid Villa
83'
Pape ThiawPoli
88'
Fabio AurelioVicente Rodríguez
89'
Juanito
94'
Final del partido
95'
Estadio
Rival: Dep. Alavés
Records vs Dep. Alavés
Máximo goleador: Juan Costa (6 goles)
Goleador rival: Olivares (6 goles)
Más partidos: Santi Cañizares (12 partidos)
Mayor victoria: 5 - 0 (01.05.1999)
Mayor derrota: 0 - 7 (20.03.1955)
Más repetido: 1-1 (6 veces)
Crónica
Un gol de Raúl Albiol sirvió al Valencia para sumar los tres puntos en Mendizorroza y, aunque lo hizo de manera rácana, suponen una nueva inyección de moral y de convencimiento al equipo para tratar de seguir mejorando y cerrar el año con las mejores expectativas, a la espera de superar el miércoles al Mallorca en Mestalla.
A pesar de que el juego no fue bueno, los de Quique tuvieron opciones de obtener un resultado más amplio –Vicente remató dos veces a los palos–, pero también es verdad que el modesto Alavés pudo empatar y si no lo hizo fue por las intervenciones de Cañizares. Quique fue fiel a su equipo base, el mismo que ya repite varias jornadas, y mantuvo el mismo dibujo, el mismo sistema. Marchena entró por el lesionado Ayala, volvió Albelda cumplida su sanción y los demás, los mismos. Y como el rival era de entidad similar a los anteriores, es decir, mínima, el Valencia tenía que funcionar.
El partido, además, se puso dulce nada más comenzar. La primera aproximación seria al área alavesa acabó en córner. Ejecutado el lanzamiento, gol de Albiol. Empezar un partido con un tanto a favor es el sueño de cualquiera. Y, aunque era una realidad, el Valencia atravesó unos minutos en los que pareció dormido. Se echó una cabezadita y dio vida a un Alavés muy inferior, pero al que dejaron llegar. Miguel volvió a tender una alfombra por su banda a Lacen, que entró cuantas veces quiso. Uno de sus centros, a punto estuvo de suponer un disgusto para los de Quique. La jugada acabó en córner.
Después, cumplida la media hora, gol anulado a Bodipo por fuera de juego que dio la sensación de no existir. Una jugada que pudo marcar el posterior desenlace del encuentro, porque el Valencia no existía para entonces. Se limitaba a aguantar y, como mucho, lanzar pelotazos largos nada efectivos. Angulo fue el único que se desperezó y probó con dos lanzamientos lejanos, el segundo más peligroso. El Valencia jugaba con fuego, entre otras razones porque la defensa estaba excesivamente metida atrás. Sin Ayala, nadie mandaba salir e, incomprensiblemente, hubo que pasar apuros. Y Caneira, en Valencia. Cuando se salía con el balón jugado, casi siempre a cargo de Aimar, se creaban espacios muy grandes que permitían entrar en juego, llevando peligro, a Angulo, Vicente y Villa. Pero se hizo con cuentagotas.
El segundo tiempo tuvo un comienzo frenético por parte de ambos. Pudo suceder cualquier cosa. Primero, Vicente tuvo la oportunidad de hacer el segundo gol y sentenciar. Su remate fue al poste. De inmediato, réplica local y remate de Lacen con Cañizares salvando el empate. Sin respiro, ocasión de Aimar, pero se entretuvo. Fue una lucha sin cuartel, mejoró el espectáculo y el público, muy sensibilizado hacia el árbitro, lo agradeció. El Valencia trataba de enfriar el partido, de pararlo siempre que pudo para intentar romper las ganas de un Alavés que se le subía a las barbas. Los de Vitoria llegaron y llegaron hasta la saciedad, pero entonces surgió la figura de Cañizares.
El guardameta demostró que mantiene un excelente momento de forma y realizó cuatro intervenciones de muchísimo mérito, en un par de ellas al menos evitando el gol. Aunque le costó, reaccionó el Valencia y Vicente, por segunda vez, estrelló el balón contra un poste. Era el minuto 66 y si hace el 0-2 se acaba el partido. Aún tuvo otra el valenciano, pero tampoco acertó.
A pesar de que el juego no fue bueno, los de Quique tuvieron opciones de obtener un resultado más amplio –Vicente remató dos veces a los palos–, pero también es verdad que el modesto Alavés pudo empatar y si no lo hizo fue por las intervenciones de Cañizares. Quique fue fiel a su equipo base, el mismo que ya repite varias jornadas, y mantuvo el mismo dibujo, el mismo sistema. Marchena entró por el lesionado Ayala, volvió Albelda cumplida su sanción y los demás, los mismos. Y como el rival era de entidad similar a los anteriores, es decir, mínima, el Valencia tenía que funcionar.
El partido, además, se puso dulce nada más comenzar. La primera aproximación seria al área alavesa acabó en córner. Ejecutado el lanzamiento, gol de Albiol. Empezar un partido con un tanto a favor es el sueño de cualquiera. Y, aunque era una realidad, el Valencia atravesó unos minutos en los que pareció dormido. Se echó una cabezadita y dio vida a un Alavés muy inferior, pero al que dejaron llegar. Miguel volvió a tender una alfombra por su banda a Lacen, que entró cuantas veces quiso. Uno de sus centros, a punto estuvo de suponer un disgusto para los de Quique. La jugada acabó en córner.
Después, cumplida la media hora, gol anulado a Bodipo por fuera de juego que dio la sensación de no existir. Una jugada que pudo marcar el posterior desenlace del encuentro, porque el Valencia no existía para entonces. Se limitaba a aguantar y, como mucho, lanzar pelotazos largos nada efectivos. Angulo fue el único que se desperezó y probó con dos lanzamientos lejanos, el segundo más peligroso. El Valencia jugaba con fuego, entre otras razones porque la defensa estaba excesivamente metida atrás. Sin Ayala, nadie mandaba salir e, incomprensiblemente, hubo que pasar apuros. Y Caneira, en Valencia. Cuando se salía con el balón jugado, casi siempre a cargo de Aimar, se creaban espacios muy grandes que permitían entrar en juego, llevando peligro, a Angulo, Vicente y Villa. Pero se hizo con cuentagotas.
El segundo tiempo tuvo un comienzo frenético por parte de ambos. Pudo suceder cualquier cosa. Primero, Vicente tuvo la oportunidad de hacer el segundo gol y sentenciar. Su remate fue al poste. De inmediato, réplica local y remate de Lacen con Cañizares salvando el empate. Sin respiro, ocasión de Aimar, pero se entretuvo. Fue una lucha sin cuartel, mejoró el espectáculo y el público, muy sensibilizado hacia el árbitro, lo agradeció. El Valencia trataba de enfriar el partido, de pararlo siempre que pudo para intentar romper las ganas de un Alavés que se le subía a las barbas. Los de Vitoria llegaron y llegaron hasta la saciedad, pero entonces surgió la figura de Cañizares.
El guardameta demostró que mantiene un excelente momento de forma y realizó cuatro intervenciones de muchísimo mérito, en un par de ellas al menos evitando el gol. Aunque le costó, reaccionó el Valencia y Vicente, por segunda vez, estrelló el balón contra un poste. Era el minuto 66 y si hace el 0-2 se acaba el partido. Aún tuvo otra el valenciano, pero tampoco acertó.