Ficha de partido: 10.09.1986: Castilla 1 - 2 Valencia CF

Ficha de partido

Castilla
Castilla
1 - 2
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Losada
21'
José Antonio Serna
26'
J. Llorente
40'
Descanso
45'
Ricardo Arias
45'
Antonio MontesJavier Subirats
59'
Quique FloresAsist: Fernando Giner
60'
Jon García
74'
AlonsoGay
75'
Fernando GómezEmilio Fenoll
75'
MelLosada
84'
Antonio Montes
90'
Final del partido
91'

Estadio



Nombre: Santiago Bernabéu
Aforo: 85.454 espectadores
Ubicación: Madrid (Madrid) 
Inauguración: 14/12/1947

Rival: Castilla

Records vs Castilla

Máximo goleador: Mario Kempes (2 goles)
Goleador rival: Pardeza (2 goles)
Mayor victoria: 2 - 1 (10.09.1986)
Mayor derrota: 2 - 3 (25.01.1984)
Más repetido: 2-1 (1 veces)

Crónica

Noche calurosa y terreno de juego en perfecto estado. Unos 14.000 espectadores en las gradas del Santiago Bernabeu Arbitró el colegiado Gómez Barril, del colegio gallego, que tuvo una actuación regular, pero sin influir en el resultado. Mostró tarjeta amarilla a Llorente por el Castilla y a Serna, Arias, Jon García y Fernando por el Valencia.

Goles: 1-0, minuto 21. Disparo lejano de Losada que sorprende a Serna. 1-1, minuto 60. Falta que saca Fenoll al segundo palo, Giner de cabeza retrasa y Quique con un remate raso marca. 1-2, minuto 90. Internada de Montes por la derecha hasta la línea de fondo y sin apenas ángulo de tiro bate a Canales.

Dicen que es ley de vida que el pez grande se coma al chico, y aye no fue una excepción. El Castilla, que comenzó tímido y más que temeroso, se fió ante la aparente pesadez de su rival, se le acercó en exceso y no pudo evitar que sus dientes acabasen con cualquier esperanza blanca. Méritos no hicieron para tanto los «ches», aunque sí pará el empate, y acabaron por demostrar que la vitola de «grande» sirve para algo y suele tener una razón de ser, aunque sea en la categoría de claque. Una vitola que, por como transcurrían los primeros minutos, parecía más que lógica. Los discípulos de Di Stéfano pusieron sobre el terreno de juego un 4-4-2 en el que Muñoz Pérez, por la banda izquierda, se convertía en distribuidor de balones y ayuda más que eficaz de un Bossio que no se decidía a salir del círculo central y sólo llegaban pequeñas pinceladas de su calidad y precisión en el pase. Atrás, eso sí, orden militar y contundencia, aunque tampoco era necesario emplearla en exceso porque la timidez del Castilla no llegaba a inquietar a un Serna que dominaba el bombeo de balones.

Los discípulos de Santisteban, por su parte, parecían conocer bien las intenciones de los «ches» y en defensa, gracias a la ayuda de un Geni que venía en apoyo de Mandía y Llorente, lograba hacer infructuosa cualquier intentona rival. Y es que ahí estuvo el mayor defecto de los valencianistas en estos primeros compases. El balón se subía por la banda pero, una vez en las inmediaciones del área, los delanteros se empeñaban en cruzar hacia el centro y buscaban resolver por esa zona que era, porque así debía ser, la mejor guardada por los madridistas. De esta manera, las ocasiones de gol brillaban por su ausencia y el espectáculo se reducía a ver cómo los «niños de Chamartín» eran capaces de imponerse a todo un Valencia, al que nadie ha dejado de mirar como equipo de Primera, y menos al final de los noventa minutos.

Sin embargo, la decoración fue cambiando según pasaba el tiempo y el pequeño dejaba de temer a la apariencia y grandes dientes de su rival, y comenzaba a nadar a su alrededor, sabiendo que su velocidad y facilidad de movimientos le permitirían escapar de las, a priori, temibles dentelladas. Así comenzaban a llegar los peligros del equipo blanco que en tan sólo un minuto, el que va del quince al dieciséis, dejaba claras sus facultades y a punto estaba de lograr algo positivo, en dos sucesivas jugadas de Losada. Después, el gol, con idéntico protagonista, y unos minutos de relax en los que ambos equipos se dedicaron a reordenar líneas para dejar que el Valencia se abriera, con un poco más de peligro, en los últimos momentos del primer período.

Tras el descanso, el partido cambió por completo y el primer cuarto de hora resultó de una vivacidad inesperada. Los jugadores valencianistas debieron escuchar más de una regañina en los vestuarios y salieron con mücha más garra, mirando hacia adelante, y buscando con ansia el portal defendido por Canales. Pero no tardaron los locales en girar la cabeza de sus rivales. A los cuarenta y nueve minutos avisaba León y tras él, Losada, Clemente, y Gay, en preciosa jugada por la banda derecha, estaban a punto de resolver y sentenciar el partido. Entre medias, eso sí, Muñoz Pérez realizó una gran jugada en colaboración con Bossio, que sólo la gran actuación de Canales fue capaz de salvar.

Debería haber servido de aviso, pero el Castilla no lo tuvo en cuenta. Siguió con ansia de gol y pagó cara su «osadía». En el minuto sesenta llegaba el gol de Ferrando y ahora, con un Valencia que guardaba la ropa antes de nadar, las facilidades disminuyeron. De nada sirvió el ímpetu y la ganas. Ni tampoco la entrada de Mel en el eje del ataque, porque todos los madridistas se lanzaron al ataque y acabaron por olvidarse de Canales, al que dejaron absolutamente desguarnecido. El empate no era mala marca pero, otra vez, las excesivas ganas de victoria, el salir en busca del gol, tuvieron con secuencias funestas para los chicos de Santisteban.