Ficha de partido
Valencia CF
4 - 0
RCD Espanyol
Equipos titulares
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Enrique Saura
3'
Roberto Fernández
14'
M. Ángel
30'
Descanso
45'
OrejuelaSoler
45'
Roberto FernándezAsist: Pablo Rodríguez
66'
ArabiGallart
67'
César FerrandoAsist: Enrique Saura
75'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: RCD Espanyol
Records vs RCD Espanyol
Máximo goleador: Mundo Suárez (21 goles)
Goleador rival: Prat (9 goles)
Más partidos: Juan Ramón Santiago (28 partidos)
Mayor victoria: 4 - 0 (19.10.2003)
Mayor derrota: 0 - 7 (10.06.1928)
Más repetido: 2-1 (25 veces)
Crónica
Casi tres cuartos de entrada en «Luis Casanova». Ambiente de fiesta en las gradas por coincidir la fecha del encuentro con la «Diada» de la Comunidad Valenciana y pitos para el Español en su salida al césped. 1.400 pesetas la entrada más cara y 400 a más barata. Tarde agradable, con 19 grados de temperatura ambiente y césped en exclentes condiciones para la práctica del fútbol. El Valencia, botó siete saques de esquina por cinco el Español. Arbitró el andaluz Alvarez Margüenda. Bien, en líneas generales, aunque el partido no presentó mayores complicaciones. La única tarjeta del partido, se la mostró a Miguel Ángel por una dura entrada a Ribes.
Goles: 1-0. Minuto 3. Centro bombeado sobre el área blanquiazul sin que ningún defensa sepa alejarlo. El balón va a parar a Pablo que dispara fuerte, N'Kono quiere pararlo, se le escapa y Saura, sin oposición alguna, remacha a la red. 2-0. Minuto 14. Jugada embarullada, sucediéndose varios rechaces hasta que Roberto empalma inapelablemente el segundo tanto. 3-0. Minuto 66. Centro de Pablo, remata Roberto sin aparente peligro, N'Kono bloca, pero no ataja el balón y éste bota dentro de la portería increíblemente. Un gol de chiste. 4-0. Minuto 74. Jugada por la derecha de Saura y César, ante la impasividad de la defensa españolista, cabecea sin oposición.
Pobre, triste, lamentable. Los calificativos los agotaríamos si tuviéramos que enjuiciar el encuentro que libró ayer por la tarde el Español ante el Valencia. El equipo españolista dio una triste sensación ante los valencianos. Fácil, muy fácil lo tuvo el Valencia ya desde el principio. A los 3 minutos, un centro de Ribes propició un despiste de la defensa españolista en que Pablo aprovechó para disparar. N'Kono no blocó el balón y Saura sólo tuvo que meter el pie para fusilar el gol. Ya en el minuto 1 el portero españolista había desviado a córner un tiro de Roberto que llevaba camino del gol. El nerviosismo cundió pronto en las filas blanquiazules y ello no cesaría hasta mediada esta primera parte, en la que Zúñiga, solo ante el portal de Manzanedo, falló una ocasión inmejorable. Con antelación, en el minuto 14, otro centro de Ribes propició otro fallo colectivo de la defensa y Roberto chutó para que a N'Kono se le escapara otra vez el balón, que fusilaría el mismo Roberto.
Tras la ocasión de Zúñiga en el minuto 23, al siguiente Orejuela dispuso también de otra oportunidad para marcar, pero su chut salió demasiado cruzado. Prácticamente estas dos jugadas fueron las únicas ocasiones claras de gol de que dispuso el Español durante todo el partido. Desde mediada la primera parte hasta la mitad de la segunda, el Valencia no volvió a apretar el acelerador. Sin embargo, dispuso de ocasiones para marcar hacia los minutos finales del primer tiempo, en que N'Kono detuvo una «vaselina» de Roberto para acto seguido salvar un gol al salir del área y derribar a Pablo, que se colaba con todas las garantías de gol. Hasta el minuto 22 de la segunda mitad el Valencia no volvió a despertar. Y ello coincidió con la decisión de Paquito de que los tres suplentes de campo salieran a calentar en la banda. Ello espoleó a los titulares que volvieron a apretar el acelerador y el Español se derrumbó totalmente.
Antes, sin embargo, el Español intentó acortar la diferencia, pero solamente cabe destacar un disparo de Miguel Angel que Manzanedo desvió a córner en el minuto 3. Poco, muy poco, para un equipo al que le habían cedido la iniciativa. Cuando despertó, el Valencia fue implacable: goles de cabeza de Roberto, en colaboración con N'Kono, en el minuto 22, y luego otro de César, en el 29.
Como final de este comentario sólo hay que puntualizar dos cosas: primero, que el Valencia no es el equipo del año pasado y que tiene en Roberto un gran director de juego y, en segundo lugar, que este Español no reúne los mínimos para jugar dignamente en los campos más importantes de Primera División. Lo que vimos ayer en Valencia fue, como hemos dicho al principio de la crónica, tan triste como lamentable. El Español encajó cuatro goles sin pestañear. Y pudo encajar más, como en aquel balón que Urruti envió al palo en el minuto 22. De los que actuaron tan sólo Zúñiga y Job pueden salvarse. Los demás, un desastre tanto individual como colectivamente. Somos contundentes, sí, pero tal como lo vimos, lo escribimos.
Goles: 1-0. Minuto 3. Centro bombeado sobre el área blanquiazul sin que ningún defensa sepa alejarlo. El balón va a parar a Pablo que dispara fuerte, N'Kono quiere pararlo, se le escapa y Saura, sin oposición alguna, remacha a la red. 2-0. Minuto 14. Jugada embarullada, sucediéndose varios rechaces hasta que Roberto empalma inapelablemente el segundo tanto. 3-0. Minuto 66. Centro de Pablo, remata Roberto sin aparente peligro, N'Kono bloca, pero no ataja el balón y éste bota dentro de la portería increíblemente. Un gol de chiste. 4-0. Minuto 74. Jugada por la derecha de Saura y César, ante la impasividad de la defensa españolista, cabecea sin oposición.
Pobre, triste, lamentable. Los calificativos los agotaríamos si tuviéramos que enjuiciar el encuentro que libró ayer por la tarde el Español ante el Valencia. El equipo españolista dio una triste sensación ante los valencianos. Fácil, muy fácil lo tuvo el Valencia ya desde el principio. A los 3 minutos, un centro de Ribes propició un despiste de la defensa españolista en que Pablo aprovechó para disparar. N'Kono no blocó el balón y Saura sólo tuvo que meter el pie para fusilar el gol. Ya en el minuto 1 el portero españolista había desviado a córner un tiro de Roberto que llevaba camino del gol. El nerviosismo cundió pronto en las filas blanquiazules y ello no cesaría hasta mediada esta primera parte, en la que Zúñiga, solo ante el portal de Manzanedo, falló una ocasión inmejorable. Con antelación, en el minuto 14, otro centro de Ribes propició otro fallo colectivo de la defensa y Roberto chutó para que a N'Kono se le escapara otra vez el balón, que fusilaría el mismo Roberto.
Tras la ocasión de Zúñiga en el minuto 23, al siguiente Orejuela dispuso también de otra oportunidad para marcar, pero su chut salió demasiado cruzado. Prácticamente estas dos jugadas fueron las únicas ocasiones claras de gol de que dispuso el Español durante todo el partido. Desde mediada la primera parte hasta la mitad de la segunda, el Valencia no volvió a apretar el acelerador. Sin embargo, dispuso de ocasiones para marcar hacia los minutos finales del primer tiempo, en que N'Kono detuvo una «vaselina» de Roberto para acto seguido salvar un gol al salir del área y derribar a Pablo, que se colaba con todas las garantías de gol. Hasta el minuto 22 de la segunda mitad el Valencia no volvió a despertar. Y ello coincidió con la decisión de Paquito de que los tres suplentes de campo salieran a calentar en la banda. Ello espoleó a los titulares que volvieron a apretar el acelerador y el Español se derrumbó totalmente.
Antes, sin embargo, el Español intentó acortar la diferencia, pero solamente cabe destacar un disparo de Miguel Angel que Manzanedo desvió a córner en el minuto 3. Poco, muy poco, para un equipo al que le habían cedido la iniciativa. Cuando despertó, el Valencia fue implacable: goles de cabeza de Roberto, en colaboración con N'Kono, en el minuto 22, y luego otro de César, en el 29.
Como final de este comentario sólo hay que puntualizar dos cosas: primero, que el Valencia no es el equipo del año pasado y que tiene en Roberto un gran director de juego y, en segundo lugar, que este Español no reúne los mínimos para jugar dignamente en los campos más importantes de Primera División. Lo que vimos ayer en Valencia fue, como hemos dicho al principio de la crónica, tan triste como lamentable. El Español encajó cuatro goles sin pestañear. Y pudo encajar más, como en aquel balón que Urruti envió al palo en el minuto 22. De los que actuaron tan sólo Zúñiga y Job pueden salvarse. Los demás, un desastre tanto individual como colectivamente. Somos contundentes, sí, pero tal como lo vimos, lo escribimos.