Inicio del partido

0'

BenitoDieguito

32'

Ricardo Arias

41'

Descanso

45'

Mario KempesJavier Subirats

70'

Mejías II

72'

Ángel CastellanosSalvador Ribes

75'

Mágico González

87'

Final del partido

90'

Casi lleno en el estadio Carranza. Tarde espléndida y terreno en magníficas condiciones. Arbitró Valdés Sánchez, del Colegio Oeste. Tarjetas amarillas a Escobar del Cádiz y a Arias del Valencia.

Goles: 1-0, minuto 72. Escapada de «Mágico» y cuando todos esperan que remate a puerta, pasa en un quiebro a Mejías II que marca a placer. 2-0, minuto 88. Pase adelantado de Padilla sobre «Mágico», falla Arias y controla el salvadoreño. Manzanedo sale a remediarlo, pero éste también le dribla y a puerta vacía marca.

Triunfo justísimo del Cádiz ante un Valencia que dista muchísimo de ser un lider de Primera División. Salió desde el comienzo en un claro sistema defensivo, con marcajes férreos a los puntas gaditanos, Mejías I y «Mágico» González y renunciando. totalmente a toda acción atacante. El Cádiz con un 4-3-3 le ha dominado todo el tiempo y ya en el primer cuarto de hora pudo resolver el partido, pues un magnífico remate de Mejía I a meta batida, lo rechazó la cepa del poste y dos acciones clarísimas de gol de Mejías y Dos Santos no llegaron a la red por puro milagro.

Un Valencia acobardado ante su área, sólo se estiró algo cuando encajó el primer gol pero de forma ineficaz y anárquica, siendo precisamente el argentino Kempes quien inquietó algo, pero sólo cuando el Cádiz ya se dedicó a defender su resultado. De todos modos, tampoco inquietó demasiado el cuadro «ché» en estos últimos minutos y puede dar gracias a la fortuna, los errores a la hora del remate de los delanteros locales y a la lucha contra el reloj del Cádiz hasta no conseguir su primer gol en el minuto 72, porque de no ser así haberse ido del Carranza con una goleada de verdadero escándalo. Ni que decir, que la figura descollante del encuentro fue el salvadoreño «Mágico» González, primoroso en muchas de sus acciones, coautor del primer tanto y autor material del segundo. Es indudable, que si jugara al mismo ritmo los noventa minutos, sería igual incluso mejor que el propio Maradona. A veces, verlo en la cancha es una auténtica delicia.