Ficha de partido
Sporting Gijón
1 - 1
Valencia CF
Equipos titulares
11
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Uría
25'
Ricardo Arias
31'
Savic
32'
Javier SubiratsAsist: Ángel Castellanos
40'
CiriacoMesa
45'
Descanso
45'
UrrechoAbel
65'
Enrique SauraSantiago Idígoras
67'
Savic
68'
Adjutorio SerratSalvador Ribes
82'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Sporting Gijón
Records vs Sporting Gijón
Máximo goleador: Vicente Seguí (7 goles)
Goleador rival: Quini (13 goles)
Más partidos: Fernando Gómez (25 partidos)
Mayor victoria: 8 - 0 (29.11.1953)
Mayor derrota: 1 - 6 (20.01.1982)
Más repetido: 1-1 (15 veces)
Crónica
Aceptable entrada en El Molinón, unas 30.000 personas que dejaron en taquilla alrededor de dos millones de pesetas. Tarde encapotada y terreno de juego en magníficas condiciones. Arbitró el colegiado guipuzcoano Urío Velázquez, muy protestado. Mostró tarjeta amarilla a Savic y Uría, por protestar y a Arias, por pérdida de tiempo.
Goles: 1-0. Minuto 32. Jugada que inicia Joaquín por el lado izquierdo del ataque, combina con Jiménez, provoca la salida de Bermell y el balón va a pies de Savic que fusila el tanto. 1-1. Minuto 40. Contragolpe del Valencia con servicio de Ribes que falla Roberto, pero no Subirats, atento a la jugada, que por bajo bate a Rivero,
Un Sporting que en los diez últimos partidos había logrado sólo tres goles (con el de hoy, cuatro), criticado por su hinchada, de juego lento, abúlico, filigranero pero poco práctico, tenía que capear la nada fácil papeleta de un Valencia a la desesperada, cuya presencia debía espolear, por razones obvias, el coraje de un equipo que no podía dejarse pasar por encima en este delicado partido. Y en este aspecto hemos de decir que el cuadro de Boskov, esta tarde, jugó con velocidad, con seguridad en sí mismo y con coraje.
Fueron buenos los comienzos del partido. Maceda, adelantándose a sus compañeros de línea, se convertía en pivote del equipo enviando magníficos servicios para Savic y Abel, los hombres más adelantados del sistema utilizado por Boskov. Pero despertó el Valencia. En parte, porque la calidad de sus hombres, a poco que se reavive su espíritu de lucha, es incuestionable. En parte, porque la necesidad obligaba y con el 1-0 que mostraba el marcador, el cuadro valenciano estaba poco menos que sentenciado para el descenso. En parte, también, porque quizá, con su gol, el Sporting creyó que ya todo sería fácil.
El gol levantino sirvió no tan sólo para establecer el nivel en el marcador y sentirse, los jugadores blancos, capaces de reaccionar. Parecieron éstos darse cuenta de que la salvación todavía era posible y lo defendieron con uñas y dientes. Fue muy arriesgado el repliegue valenciano, porque en toda la segunda parte, el bombeo de balones sobre el marco de Bermell fue incesante.
Respira todavía el Valencia y en Gijón dio síntomas de poder luchas por la salvación. Al Sporting le quedó el consuelo de que, esta vez, puso empeño y voluntad por hacer bien las cosas.
Goles: 1-0. Minuto 32. Jugada que inicia Joaquín por el lado izquierdo del ataque, combina con Jiménez, provoca la salida de Bermell y el balón va a pies de Savic que fusila el tanto. 1-1. Minuto 40. Contragolpe del Valencia con servicio de Ribes que falla Roberto, pero no Subirats, atento a la jugada, que por bajo bate a Rivero,
Un Sporting que en los diez últimos partidos había logrado sólo tres goles (con el de hoy, cuatro), criticado por su hinchada, de juego lento, abúlico, filigranero pero poco práctico, tenía que capear la nada fácil papeleta de un Valencia a la desesperada, cuya presencia debía espolear, por razones obvias, el coraje de un equipo que no podía dejarse pasar por encima en este delicado partido. Y en este aspecto hemos de decir que el cuadro de Boskov, esta tarde, jugó con velocidad, con seguridad en sí mismo y con coraje.
Fueron buenos los comienzos del partido. Maceda, adelantándose a sus compañeros de línea, se convertía en pivote del equipo enviando magníficos servicios para Savic y Abel, los hombres más adelantados del sistema utilizado por Boskov. Pero despertó el Valencia. En parte, porque la calidad de sus hombres, a poco que se reavive su espíritu de lucha, es incuestionable. En parte, porque la necesidad obligaba y con el 1-0 que mostraba el marcador, el cuadro valenciano estaba poco menos que sentenciado para el descenso. En parte, también, porque quizá, con su gol, el Sporting creyó que ya todo sería fácil.
El gol levantino sirvió no tan sólo para establecer el nivel en el marcador y sentirse, los jugadores blancos, capaces de reaccionar. Parecieron éstos darse cuenta de que la salvación todavía era posible y lo defendieron con uñas y dientes. Fue muy arriesgado el repliegue valenciano, porque en toda la segunda parte, el bombeo de balones sobre el marco de Bermell fue incesante.
Respira todavía el Valencia y en Gijón dio síntomas de poder luchas por la salvación. Al Sporting le quedó el consuelo de que, esta vez, puso empeño y voluntad por hacer bien las cosas.