Ficha de partido: 08.10.1992: Real Madrid 2 - 0 Valencia CF

Ficha de partido

Real Madrid
Real Madrid
2 - 0
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Nando Muñoz
14'
Roberto Fernández
25'
Descanso
45'
Quique Flores
55'
Alfonso PérezNando Muñoz
58'
Roberto Fernández
58'
Lubo PenevÁlvaro Cervera
63'
Tomás GonzálezCarlos Arroyo
63'
Fernando Hierro
71'
Prosinecki
89'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Santiago Bernabéu
Aforo: 85.454 espectadores
Ubicación: Madrid (Madrid) 
Inauguración: 14/12/1947

Rival: Real Madrid

Records vs Real Madrid

Máximo goleador: Mundo Suárez (13 goles)
Goleador rival: Raúl (17 goles)
Mayor victoria: 6 - 0 (09.06.1999)
Mayor derrota: 1 - 7 (23.08.1990)
Más repetido: 1-2 (27 veces)

Crónica

El Real Madrid venció ayer noche con comodidad a un gris Valencia que apenas si opuso resistencia en el Santiago Bernabéu a los hombres de Benito Floro. Un tanto de Fernando Hierro y otro de Robert Prosinecki, ambos en la segunda mitad, saldaron la contienda a favor de los blancos, en un encuentro que no pasará precisamente a la historia.

El partido tenía unos condimentos especiales para ambos equipos. En el Real Madrid, recien fichado Martín Vázquez, que llega hoy a la capital de España para ser presentado de forma oficial, reaparecía Emilio Butragueño. A su vez que Robert Prosinecki, de quien se dijo que podía entrar en la operación, via Olympique de Marsella, tenía ante sí la posibilidad de rehabilitarse, máxime teniendo en cuenta que el presidente del Marsella, Bernard Tapie acompañaba a Ramón Mendoza en el palco.

Por el Valencia, la oportunidad de romper con la racha negativa de sus visitas al Bernabéu, donde ayer noche ya sumó la octava ocasión consecutiva sin puntuar. Es su sino en los últimos tiempos. Y ayer noche, con bastante pena en su juego. Emilio Butragueño, al igual que todo el Real Madrid, salió con ganas de morder el césped. El equipo blanco, ante un Valencia jugando a la contra, derrochó energías durante los diez primeros minutos del encuentro, a la búsqueda del gol rápido. Pero este no llegó. Una bien ordenada defensa valenciana, junto a la inoperancia del tandem Butragueño-Zamorano en el ataque del Real Madrid, acabó por demostrar que lo de los blancos parecía como cuando se abre la gaseosa, en cuanto sale el gas, se acaba la potencia.

Butragueño, quien fue silbado en muchas acciones, apenas si llegó a tocar el balón hasta la media hora de juego. Y cuando intentó su primera acción de gol, tras un zarpazo de Zamorano que repelió Sempere, tiró con tanta rabia que la pelota fue al lateral de la portería visitante. El Valencia, salvo una acción ensaporádica de Arroyo, apenas si había cruzado con alguna dosis de peligro su medio campo.

El último cuarto de hora de la primera parte fue el de mayor animación. El "Buitre", por dos veces consecutivas, erró goles cantados. Especialmente uno en que el balón se paseó por la línea de portería, tras cabecerarlo a centro de Prosinecki.

La segunda mitad empezó deslucida. La expulsión prematura de Roberto, por doble amonestación, dejó al Valencia huerfano de su mejor hombre. Y aunque Hiddink se jugó el tipo, poniendo a Penev, los visitantes estuvieron a merced del Real Madrid. La entrada de Alfonso dio algo más de profundidad a los blancos. Prueba de ello fue que un par de jugadas posteriores a la marcha forzosa de Roberto, un centro de Lasa, tras varios recortes a un defensor visitante, el "niño" peinó un balón que Sempere logró atajar en la misma raya de gol.

El gol madridista, ante la inoperancia del Valencia por salir airoso del acoso blanco, tenía que llegar por fuerza. Y así fue. Michel, tras varios intentos a balón parado por parte de Prosinecki, centró una pelota a los sesenta y dos de juego, para que Hierro cabeceara al fondo de las mallas. El Valencia, ya entregado, apenas si tuvo poder de reacción. La afición del Bernabéu respiró tranquila.

En tiempo de descuento, Prosinecki, que llevaba toda la noche empachandose de balón e intentado demostrar al respetable que no necesita al psicólogo, sino marcar goles, intentaba por enésima vez conseguir su propio gol. Y su osadía acabó teniendo premio. En un rechace, ya en tiempo de descuento, cogió el esférico en el centro del campo, enfiló hacia la meta de Sempere, disparó sobre la marcha y, aunque el portero desvió la pelota a la cepa del poste, el croata remachó en segunda instancia. Robert, mientras hacía el gesto de comerse la red, quedaba rehabilitado. Butragueño, todavía no.