Ficha de partido: 02.02.1983: Valencia CF 1 - 2 RCD Espanyol

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
1 - 2
RCD Espanyol
RCD Espanyol

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Márquez
15'
Descanso
45'
Orejuela IMarañón
60'
Márquez
75'
Orejuela I
76'
Mario KempesKurt Welzl
77'
DaniMurúa
79'
Javier SubiratsÁngel Castellanos
82'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: RCD Espanyol

Records vs RCD Espanyol

Máximo goleador: Mundo Suárez (21 goles)
Goleador rival: Prat (9 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (19.10.2003)
Mayor derrota: 0 - 7 (10.06.1928)
Más repetido: 2-1 (25 veces)

Crónica

Temperatura agradable en Valencia. Media entrada en el Luis Casanova de un público entregadO a los suyos, que estuvo correcto con el Español ovacionando la salida de N’Kono. No acudió Ramos Costa y en los aledaños del campo se recogían firmas para conseguir la moción de censura presidencial. Arbitró el murciano Jiménez Madrid, que no tuvo grandes complicaciones. Fue el suyo un arbitaje correcto, aunque protestado en alguna fase del encuentro, sobre todo al anular un gol a Roberto a los 25 minutos, por fuera de juego de Welzl, y en la segunda parte cuando se reclamó un presunto penalty en el área españolista. Le benefició la exquisita deportividad de los protagonistas. El Español botó dos saques de esquina por 9 el Valencia.

Goles: 1-0, minuto 15. Cesión en profundidad de Roberto a Felman, se interpone Márquez desviando la trayectoria del balón engañando a N'Kono, que habia iniciado su salida, enviando el balón al fondo de su portería. 1-1, minuto 75. Lauridson lanza a Giménez, quien desde la posición de exterior zurdo lanza un duro centro-chut que Sempere no detiene, la defensa valencianista no acierta a despejar y Márquez aprovecha para marcar entrando con decisión desde atrás. 1-2, minuto 76. N'Kono ensaya uno de sus geniales lanzamientos mandando el balón hasta la linea media del Valencia. Lo recoge allí Orejuela I, quien viendo adelantado a Sampere lanza una perfecta vaselina desde unos 30 metrOs que se cuela irremisiblemente. Un gol de tiralíneas. Un golazo.

Un infortunado autogol parecía tener contra las cuerdas al Español en este primer «round» de su eliminatoria contra el Valencia, pero un minuto mágico, en la recta final del choque, dio un giro total a la decoración y puso en franquía la eliminatoria para los blanquiazules, que sin hacer un gran encuentro se marcharon con un triunfo cómodo y esperanzador de cara al partido de vuelta. Los noventa minutos de esta noche en el Luis Casanova no quedarán archivados en la memoria de los aficionados, pero sin embargo, el gol de N'Kono y Orejuela, de los que entran pocos en una docena, si salvó, con excelente nota, el espectáculo. No sabemos si destacar más la habilidad del camerunés en su lanzamiento o la precisión de Orejuela en vaselina a lo Pelé, que protagonizaron la gran jugada del choque.

Indudablemente, el primer tiempo resultó del todo detestable, por parte de sus veintidós protagonistas. El partido, estába claro, lo afrontaron unos y otros con el espíritu Contemporizador de los jugadores que tienen su cabeza en otro sitio; los valencianistas en su partido a vida o muerte del próximo sábado en Valladolid, y los blanquiazules en este «super-derby» de Sarriá. Las coordenadas que definen claramente lo que decimos podemos encontrarlas, sin duda, en las ausencias de Zúñiga, Kempes y Subirats, tres jugadores básicos en los respectivos esquemas de Maguregui y Miljanic, claramente demostrativas del talante con que ambos técnicos planteaban este primer envite en la Copa. Todo ello influyó poderosamente en el espectáculo, con ambos porteros corno espectadores de excepción. Sólo una jugada infortunada, como la de Márquez fue capaz de alterar el 0-0 y que, a fuerza de ser sinceros, comenzó desnivelándose a favor de un Valencia con mayor ritmo y quizá ambición que su rival. Vino ello propiciado también por un mayúsculo error táctico por parte del Español, al emparejar Maguregui a Márquez con Roberto, reservando a su centrocampista defensivo de la noche, Corominas, sustituto de Zúñiga, para frenar las acometidas de Castellanos. El error quedó claramente demostrado por cuanto éste, apenas si se acercó por las inmediaciones del área de N’Kono, mientras que Roberto fue el auténtico motor del Valencia en esa fase del juego.

Producto de ese error y con la cierta euforia que los «merengues» disfrutaron tras conseguir su gol, vinieron apuros muy concretos para el «moreno», que a los 16 minutos tuvo que salir a atajar un posible remate de Roberto, que se había quedado sólo dentro del área, mientras que a los 19 tenía que ver, como Saura mandaba a las nubes en excelente posición un servicio de Felman. Y a los 25 iba a llegar la jugada clave del partido cuando, en un despiste de Arabí, Pablo metió un balón al palo derecho que Roberto envió a la red. Un gol que se cantó pero que Jiménez Madrid invalidó por fuera de juego posicional de Welzl cuando el envío de Pablo cruzaba el área blanquiazul. Un lance que, no siempre se sanciona por nuestros colegiados y que esta vez salvé al Español de un 2-0 cuya consecución hubiese dado paso posiblemente a un decorado radicalmente distinto y quién sabe cómo hubiese podido acabar por lo que se refiere a las ambiciones españolistas. Unas ambiciones que, en la primera mitad, se redujeron a dos cabezazos de Marañón.

Sin embargo, el descanso vino a aclarar las ideas del Español. Sus hombres, que ya habían cambiado los pares al final de los primeros 45 minutos en lo que se refiere al control de Roberto y Castellanos, encararon la segunda parte con más orden e interés. Lauridsen fue hacia arriba y la propia ambición de todo el equipo acabó entregándole el mando, ante un Valencia que fue perdiendo, fuelle a medida que la contienda iba avanzando. Estaba claro, y así lo vio Maguregui, que había posibilidad de darle la vuelta al partido. El técnico blanquiazul cambió a Marañón por Orejuela buscando el «punch» del que siguen careciendo las tres puntas titulares de su equipo, y el cambio le dio alas a un Español que comenzó a «oler» el triunfo. Nada más saltar al terreno de juego, Orejuela 1 obligó a ceder a córner a Sempere un envío envenenado, al que le siguieron dos saques de esquina consecutivos y finalmente, el tanto del empate que ya si buscaba con insistencia el ataque españolista.

Lo que ya nadie esperaba es que ese justo premio del empate tuviera su «añadido» del «supergolazo» de Orejuela, que se produjo justo en el momento en que Kempes, entre los aplausos del público, correteaba para saltar al terreno de juego, medida que Miljanic había dispuesto tras haber encajado el tanto de la igualada. El gol de Orejuela fue todo un jarro de agua fría, que acabó descomponiendo al Valencia y que no pudo remediar el cuadro local, por cuanto Maguregui echó mano de inmediato de los servicios de Dani para controlar al «Matador», sin que tampoco la presencia de Subirats les sirviera a los blancos para enderezar el entuerto.

El Español siguió dominando los resortes del choque, y así, a los 89 minutos, Coromirias lanzó al poste el saque dé una falta, cuyo rechace aprovechó Orejuela para, desde atrás, entrar a todo vapor y conectar un testarazo que se colaba irremisiblemente. Surgió entonces un Sempere providencial que volando materialmente de palo a palo atajó el esférico, cuando el 1-3 era casi un hecho. Pudo ser la rúbrica «superafortunada» para el Español y, desde luego, «superdesgraciada» para un Valencia que hubiese encajado posiblemente el golpe definitivo, no ya en el partido, sino en la eliminatoria.

Quedó patente a lo largo de estos noventa minutos la realidad triste de un Valencia que demostró su condición de colista, por derecho propio. Sin duda, los de Miljanic tuvieron la mente en Valladolid.