Ficha de partido
Valencia CF
2 - 2
Real Oviedo
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Fernando GómezAsist: Quique Flores
19'
Gaizka Mendieta
23'
Berto
28'
Lubo Penev
29'
Rivas
29'
Lubo Penev (Pen.)
30'
Pedja Mijatovic
43'
CarlosMaqueda
45'
Descanso
45'
Rivas
51'
Pep Serer
57'
Jokanovic
59'
Alberto BenitoCarlos Arroyo
67'
Carlos
70'
Juan Antonio PizziPedja Mijatovic
79'
Juan Antonio Pizzi
80'
Pedro AlbertoJankovic
80'
Quique Flores
84'
Miodrag Belodedici
90'
Final del partido
91'
Estadio
Rival: Real Oviedo
Records vs Real Oviedo
Máximo goleador: Waldo Machado (14 goles)
Goleador rival: Lángara (12 goles)
Más partidos: Fernando Gómez (21 partidos)
Mayor victoria: 8 - 1 (28.02.1965)
Mayor derrota: 0 - 7 (22.02.1934)
Más repetido: 1-1 (10 veces)
Crónica
El Valencia tuvo suerte. En medio de una de las crisis más graves de su historia, ayer pudo salir derrotado de su propio estadio por el Oviedo si Sempere no hubiera tenido su tarde. De muy poco le sirvió al equipo levantino tomar una ventaja de dos goles.
Su dominio evidente durante los primeros cuarenta y cinco minutos, su fútbol fácil y alegre en ese periodo, sus goles y su sensación de superioridad se diluyeron después. Los últimos cinco minutos de la primera parte fueron el aviso asturiano de la debacle valenciana. Fernando, al rematar de cabeza un centro de Quique, y Penev, al transformar un penalti por manos de Rivas, adelantaron a su equipo durante la primera mitad. Pero al final de esa parte, el Oviedo dispuso de tres claras ocasiones para reducir la desventaja. Allí empezó la fiesta de Sempere.
Con el 2-0 en el bolsillo y un cierto temor por lo que el Oviedo había hecho en los estertores de la primera parte, el Valencia empezó la segunda con una buena noticia: la expulsión de Rivas por doble amonestación. La circunstancia invitaba al equipo local a recrearse, pero la cuestión se transformó absolutamente. El Oviedo comenzó a dominar el centro del campo y a generar muchas jugadas de peligro que el Valencia era incapaz de impedir.
El 2-1 llegó gracias a un disparo muy lejano de Jokanovic que se coló en la portería de Sempere. El público empezó a impacientarse con el juego de su equipo. Nada salía bien, los pases iban a ninguna parte y el rival era el dueño psicológico del encuentro. La astucia asturiana hizo el empate. Una falta rápida la aprovechó Carlos para hacer el equilibrio y desesperar a los valencianistas.
El equipo blanco era ya un desastre cuando Sempere evitó tres remates que se sospechaban como gol en la incrédula grada valenciana. El portero salvó al Valencia de una derrota a última hora, pero no evitó la ira del público y el hecho de que Héctor Núñez aún no conozca la victoria.
Su dominio evidente durante los primeros cuarenta y cinco minutos, su fútbol fácil y alegre en ese periodo, sus goles y su sensación de superioridad se diluyeron después. Los últimos cinco minutos de la primera parte fueron el aviso asturiano de la debacle valenciana. Fernando, al rematar de cabeza un centro de Quique, y Penev, al transformar un penalti por manos de Rivas, adelantaron a su equipo durante la primera mitad. Pero al final de esa parte, el Oviedo dispuso de tres claras ocasiones para reducir la desventaja. Allí empezó la fiesta de Sempere.
Con el 2-0 en el bolsillo y un cierto temor por lo que el Oviedo había hecho en los estertores de la primera parte, el Valencia empezó la segunda con una buena noticia: la expulsión de Rivas por doble amonestación. La circunstancia invitaba al equipo local a recrearse, pero la cuestión se transformó absolutamente. El Oviedo comenzó a dominar el centro del campo y a generar muchas jugadas de peligro que el Valencia era incapaz de impedir.
El 2-1 llegó gracias a un disparo muy lejano de Jokanovic que se coló en la portería de Sempere. El público empezó a impacientarse con el juego de su equipo. Nada salía bien, los pases iban a ninguna parte y el rival era el dueño psicológico del encuentro. La astucia asturiana hizo el empate. Una falta rápida la aprovechó Carlos para hacer el equilibrio y desesperar a los valencianistas.
El equipo blanco era ya un desastre cuando Sempere evitó tres remates que se sospechaban como gol en la incrédula grada valenciana. El portero salvó al Valencia de una derrota a última hora, pero no evitó la ira del público y el hecho de que Héctor Núñez aún no conozca la victoria.